Tres años después de la década de aumento de la eficiencia, el mundo de las finanzas está arrasado. La aparición de nuevas tecnologías como la IA está provocando un cambio masivo e irreversible en la forma en que operan las empresas, y el departamento de finanzas no es ajeno a ese cambio.

En la era de la transformación digital impulsada por la IA, los procesos tradicionales se están volviendo obsoletos y los equipos financieros ya no pueden ser simples procesadores de números. Su función debe convertirse en verdaderos socios estratégicos que impulsen el crecimiento empresarial adoptando nuevas tecnologías, defendiendo la innovación y optimizando sus operaciones para maximizar la rentabilidad.

A medida que las empresas se enfrentan a complejidades cada vez mayores y una competencia en aumento, deben reconocer el potencial transformador de la inteligencia artificial para mantenerse a la vanguardia.